domingo, 23 de noviembre de 2008

Aqui sigo, como en una relación que se asienta

Sigo aquí comunicandome conmigo mismo y con el que lea...
La relación se asienta y en lugar de hablar todos los días durante horas la pareja va hablando menos porque algunas cosas ya están dichas y también se disfruta del dulce silencio.
No hay que seguir enseñándose, hay que ser. No es perdida de ilusión ni de magia, es un paso de nivel.

Hay un punto en la fisiología del ejercicio que se llama umbral de lactato o mas poéticamente, y porque coincide con el gasto de oxígeno, umbral conversacional. Es cuando subiendo una montaña en bicicleta dejar de hablar con el que está al lado tuyo... es cuando el ejercicio empieza a ser sacrificado y gratificante.

Ahora me tengo que ir a explicarle a un paciente inglés (y no el de la película) que le tenemos que poner un enema para su cirugía de mañana... que bonita es la medicina.

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